martes, 27 de octubre de 2015

AJO: MALO PARA ALIENTO Y BUENO PARA SALUD

Ya en la Antigua Grecia, Hipócrates, físico y padre de la medicina, solía recetar ajo para tratar diversas enfermedades. Su uso también fue documentado por todas las grandes civilizaciones, entre las que se incluyen los egipcios, los babilonios, los romanos y los chinos. Hoy en día, la ciencia moderna ha corroborado muchos de los beneficios de este “superalimento”.

A continuación, vamos a ver alguno de los beneficios del ajo.

Beneficios ajo




El ajo es una planta de la familia de las cebollas, cultivado por sus propiedades culinarias y efectos saludables. Es rico en un compuesto de azufre llamado alicina, del que se cree es el responsable de todos los beneficios que aporta a nuestra salud.

Contiene pocas calorías, pero es muy rico en vitamina C, vitamina B6 y manganeso. Además, también contiene pequeñas cantidades de otros nutrientes.

El ajo posee antioxidantes que protegen contra el daño celular y el envejecimiento. Puede disminuir el riesgo de sufrir Alzheimer y demencia.

Por otra parte, los suplementos de ajo parecen reducir el colesterol total y LDL, sobre todo en aquellas personas con colesterol alto

Parece que las dosis elevadas de ajo mejoran la presión sanguínea de aquellas personas que padecen hipertensión. En algunas ocasiones, los suplementos pueden resultar tan efectivos como los medicamentos convencionales. También ayudan a prevenir y reducir la gravedad de enfermedades comunes como la gripe o el resfriado común.

Un estudio ha demostrado que el ajo reduce significativamente la toxicidad de plomo y los síntomas asociados a esta. También posee efectos beneficiosos en la salud ósea al incrementar los niveles de estrógeno en mujeres.

El ajo también puede mejorar el rendimiento físico en animales de laboratorio y personas con enfermedades cardíacas. Incluso se ha demostrado que el ajo tiene efectos beneficiosos en las causas comunes de enfermedades crónicas, por lo que tiene sentido afirmar que puede prolongar la vida.

Incorporar el ajo a nuestra dieta actual resulta facilísimo. Este producto puede adquirirse de diversas formas: dientes o concentrado de ajo, ajo en polvo o suplementos como el extracto o el aceite de ajo.

Además, la mejor manera de consumir ajo es crudo, o machacarlo y cortarlo y dejarlo durante un rato antes de añadirlo a la comida.

No obstante, ten en cuenta que el ajo también tiene algunos inconvenientes, por ejemplo, el mal aliento. Además, también hay personas que son alérgicas a este alimento.


Si tienes un trastorno hemorrágico o estás tomando medicamentos anticoagulantes, consulta a tu médico antes de aumentar el consumo de ajo.

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