PERROS-GUÍA, PROS Y CONTRAS

Hace ya muchos años que los perros se utilizan para ayudar a personas que presentan alguna discapacidad o enfermedad. Un ejemplo son los perros que ayudan a personas con narcolepsia, una enfermedad que provoca que alguien se pueda quedar dormido en cualquier lugar y en cualquier momento. Estos animales despiertan a su dueño y los ayudan en lo que puedan.

Pero los más difundidos sin duda son los perros guía o perro de asistencia, de los que ya hemos visto algo. En concreto, se trata de un animal adiestrado para guiar a personas ciegas o con dificultad visual grave que tengan problemas para realizar sus actividades de vida diaria. Además, es el único animal reconocido legalmente, por tanto, su aceptación en lugares como el transporte público es obligatoria.

"El perro es la única cosa en la tierra que te amará más de lo que tú te amas a ti mismo"

En cuanto a los efectos positivos de estos, les brindan a los ciegos una gran independencia a la hora de poder desplazarse. Sin embargo, no sustituyen al bastón en su totalidad. ¿Por qué? Pues porque como cualquier animal, son seres vivos, y como tales, algún día podrían negarse a realizar su trabajo. De la misma forma, la inquietud de los mismos ante la presencia de otros perros o animales como palomas o gatos será algo difícil de controlar. En cualquiera de estos casos, su dueño tendría que echar mano de su dispositivo de apoyo tradicional.

Otro de los grandes problemas que presentan es su elevado coste económico, puede oscilar entre los 25.000 dólares; pero también hay que tener en cuenta que este varía dependiendo del lugar. En el caso de nuestro país, la mayoría de estos perros están entrenados y acreditados por la ONCE  u Organización Nacional de Ciegos Españoles, optando por razas como el Labrador retriever debido a su carácter tranquilo y cariñoso. A pesar de esto, últimamente se han emprendido iniciativas para adiestrar a perros de cualquier raza para así dar la oportunidad también a los tantos que están en las perreras por abandono.

Lo que sí es cierto es que la movilidad con estos perros resulta menos estresante, ya que la persona ciega reduce el número de decisiones a tomar: con el bastón tendría que analizar y procesar la información de cada uno de los movimientos que realiza con este, para ver si es seguro o no seguir una dirección u otra. Mientras, con el perro se reduce la cantidad de información a procesar, puesto que en la mayoría de los casos basta con su iniciativa para resolver dichas situaciones.

En lo que a cuestiones de legalidad se refiere, hay lugares que presentan problemas a la hora de reconocerlos, lo que les ocasiona a las personas discapacitadas problemas cuando quieren llevarlos consigo a sitios donde no se permitan animales o subirlos a un taxi, entre otros.

Por último,  un aspecto importante que muchas veces no se considera es la afectividad que se establece entre el amo y el animal, más conocida como dependencia mutua. Al compartir tantas horas juntos, se crean fuertes lazos que pueden causar profunda tristeza, incluso dolor, cuando llega la hora de retirar al perro por enfermedad o vejez.

En resumen, el servicio de estos guías son de gran importancia, por eso esperemos que de aquí a un futuro próximo se mejore el servicio y la eficacia. Así, toda persona que lo necesite podría conseguir uno.