jueves, 29 de octubre de 2015

RECUPÉRATE DE LOS ESFUERZOS

¿Quien no ha tenido un día largo y duro, en el cual nuestro cuerpo llega a casa agotado y sin energías para nada más que meterse en cama hasta el día siguiente? 
Probablemente todos hemos tenido días de estos, y por desgracia, al día siguiente nuestro cuerpo aún sufría las consecuencia del duro esfuerzo.  E cansancio o la fatiga se van acumulando en el organismo a medida que avanzan los días si no conseguimos un descanso adecuado. Prueba alguna de estas medidas y verás como tu recuperación se ve mejorada y soportas mejor el trabajo o los entrenamientos. 

La primera medida y más efectiva para la recuperación tras grandes esfuerzos es el descanso activos. Esto supone no tirarse en el sofa con las piernas en alto toda la tarde, sino el mantener una actividad física moderada sin superar el 60% de nuestras pulsaciones máximas. Este descanso activo lo que nos permite es eliminar del músculo y del organismo las sustancias de deshecho producidas durante la actividad física intensa, bombeando sangre  a las zonas implicadas y eliminando los productos metabólicos resultantes. 

Otra técnica es la del enfriamiento corporal. Esto nos permite enfriar los músculos y por lo tanto reducir la inflamación, el edema y en consecuencia el daño muscular. Sin embargo debe prestarse atención al origen del frío, puesto que para que sea efectivo la temperatura debe ser muy baja y puede haber riesgo de quemaduras en la piel si no se extreman las precauciones. 

La compresión también puede ayudarnos en la recuperación, puesto que esto nos permite facilitar el retorno venoso y el paso de las sustancias de desecho a través del torrente sanguíneo con mayor facilidad. 

La dieta juega también un papel esencial en la recuperación del organismo, ya que una alimentación pobre y poco variada nos impedirá la reposición de los nutrientes consumidos y en consecuencia una peor recuperación. La dieta debe ser variada y rica en fibra, proteínas, hidratos de carbono y vitaminas, sin olvidarnos de las grasas saludables como el aceite de oliva o la procedente de los frutos secos. 

En cuanto a la dieta, también va a ser importante la cantidad calórica consumida, puesto que si existe un déficit de caloría, la recuperación es más lenta. 

Por último mencionar la importancia de la suplementación cuando no se puede llegar al mínimo de macronutrientes recomendados o necesarios. Un complejo vitáminico u otro tipo de suplementos puede ser adecuado en dicha recuperación, pero siempre se debe consultar con un especialista antes de tomar cualquier tipo de sustancia exógena. 

Y por último el descanso propiamente dicho, una noche de sueño reparador es esencial, ya que es en la noche y mientras dormimos que nuestro cuerpo y nuestros músculos se recuperan y adaptan . 

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