Como curiosidad, continuando con la entrada del otro día, destacaremos hoy que los primeros perros guía que se entrenaron fueron de la raza Pastor alemán, pero tras el inicio de la Segunda Guerra Mundial estos fueron introducidos en el programa de las fuerzas armadas para las trincheras y empezaron a escasear. Con esto surgió la necesidad de encontrar otras razas, pero no una cualquiera, sino una que reuniese las siguientes características:
1. Tamaño de unos 55 centímetros
2. Alto grado de inteligencia
3. Sociabilidad con el ser humano y demás animales
Fue entonces cuando el Labrador retriever y el Golder retriever demostraron tener todas las cualidades deseadas. Su carácter cariñoso, su fácil adiestramiento y su agilidad para adaptarse a situaciones extrañas lo convirtieron en el nuevo punto de mira.
En cuanto al proceso de adiestramiento, aunque varía un poco de unos lugares a otros, se resume en lo siguiente: primero, cuando un cachorro nace es evidente que estos no ven, no oyen ni mucho menos huelen hasta la tercera semana de vida. Desde esta semana a la dieciseisava, su comportamiento definirá su personalidad, por tanto, serán las más importantes, necesitando del amor y la disciplina de su madre.
Por consiguiente, se hacen diferentes pruebas que determinan sus reacciones a nuevos sonidos y entornos desconocidos. Es entonces también cuando aprenden a caminar con correa, sentarse, acostarse, recoger juguetes, y todas las cosas básicas que se le suele enseñar a un perro en casa.
Ya a partir de la doceava semana se prestará atención a sus cambios ante vehículos en movimiento, obstáculos colgantes peatones, etc., es decir, a todo lo que nos podemos encontrar cuando paseamos por la calle. Si todo va bien, aquí llega el momento de ingresar al perro en la nueva escuela de aprendizaje, donde podrá llegar a ser un buen guía.
Esta nueva etapa tiene por media una duración de cuatro meses, pero si consideramos como instrucción al proceso que va desde que el perro entra en las instalaciones hasta que llega a junto una persona discapacitada, es un proceso que puede durar entre seis y diez meses. Para empezar, el perro aprenderá a obedecer órdenes y desobedecerlas de manera autónoma cuando lo considere necesario.
A continuación se le colocará un arnés, y por lo que el animal, a partir de este momento asumirá que cuando tenga eso colocado, alguien irá a su lado y tendrá que cuidar de él. En este caso, más que paciencia y muestras de cariño se necesita maña y técnica.
Seguidamente, el perro deberá aprender a cruzar la calle en línea recta, evitar obstáculos, marcar otros como es el caso de puertas, escaleras o bordillos, etc. Todo esto utilizando premios por cada cosa que hacen bien y castigos cuando se portan mal, lo que no requiere violencia física, sino un simple tirón de correa con un NO retundo y fuerte.
Una vez adiestrado el perro, se procederá a la búsqueda del mejor solicitante para el mismo. Se suele tener en cuenta factores como la velocidad de paso de la persona, el peso o la altura, y una vez que se acepte que son compatibles, se procederá a la definitiva comprobación. Para eso la persona ciega ingresará un tiempo en la escuela, donde convivirá con su futura mascota guía.
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