La pérdida de peso es un tema que le preocupa a toda la sociedad, independientemente de la edad, sexo o raza. Por lo general perder peso no es difícil, a no ser que tengamos algún tipo de problema o desequilibrio metabólico.
La clave principal para la perdida de peso reside en las calorías y la procedencia de estas. Si queremos perder peso, debemos consumir menos calorías de las que gastamos a diario. En el siguiente enlace podrás acceder a una calculadora que te indica aproximadamente tu consumo o gasto calórico diario según tu edad, talla, peso y actividad física diaria.
Pulsa aquí para dirigirte a la página de la calculadora.
Por lo tanto si tu gasto calórico se encuentra en 1700 kcal, la ingesta debe ser de al menos 200 kcal menor, es decir, 1500 kcal. A menor calorías ingeridas, mayor será la pérdida de peso.
No es obligatorio realizar ejercicio físico para la pérdida de peso, pero nos puede ayudar a aumentar el número de calorías que se gastan en el día. Si aumentamos nuestra masa muscular, el gasto metabólico basal se ve aumentado.
Es importante menciona que estar a dieta no significa pasar hambre o realizar pautas extremas de alimentación con carencia de vitaminas o nutrientes. La dieta es la realización de pautas específicas con un objetivo concreto. Existen dietas de adelgazamiento pero también dietas de engorde o de volumen.
Si lo que buscas es adelgazar, busca alimentos nutritivos con un índice calórico bajo. Es importante no saltarse comidas, puesto que provocará que tengamos más hambre y aumentará el riesgo de fallar en la siguiente comida o elegir alimentos procesados o comidas que no nos van a ayudar a conseguir nuestro objetivo.
Olvídate de las comidas cocinadas con mucho aceite en la sartén o freidora. Elige la cocción a la plancha, hervida, o en el horno. El aceite es una fuente de grasas saturadas.
Sin embargo no debemos eliminar completamente de nuestra dieta la ingesta de grasas, puesto que las denominadas grasas buenas nos ayudan a movilizar y eliminar de nuestro organismo las grasas denominadas malas. Las grasas omega 3 y omega 6 se encuentran en el aceite de oliva, pescados y en los frutos secos principalmente, por lo que una cucharada de aceite de oliva o medio puñado de frutos secos nos puede aportar grandes beneficios.
Puesto que vamos a estar en un déficit calórico, nuestro organismo nos dará señales como pueden ser la sensación constante de hambre, debilidad o cansancio. También hay gente que sufre irritabilidad y mal humor cuando el déficit es muy elevado, por lo que recomendamos que el proceso sea lento pero constante.
Lo más imprtante a la hora de perder peso es la adquisición de unas pautas o hábitos saludables, que nos permitirán seguir con el proceso durante un mayor tiempo. No te obsesiones con la báscula ni con el espejo, puesto que los resultados no aparecen de un día para otro.
Y por último añadir que no pasa nada si un día a la semana o dos te das un pequeño festín o tienes una comida copiosa que no puedes evitar. Esta comida engañará a tu organismo y saldrá de ese estado de alerta o auto protección.
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