domingo, 1 de noviembre de 2015

HIGIENE ÍNTIMA

Tanto mujeres como hombres, desconocen cómo se realiza una correcta higiene íntima, quizás por el silencio que hasta hace pocos años se tenía con respecto a este tema. Sin embargo, es lo único que ocasiona son problemas: desde excedernos con la limpieza hasta usar productos o trucos viejos e inadecuados.




Las razones fundamentales por las que mantener una higiene adecuada en los genitales son dos. En primer lugar encontramos el respeto hacia la otra persona, es decir, que la relación sexual no se vea perjudicada por el asco que pueda provocar un miembro de la pareja al otro. En segundo y último lugar, es fundamental para evitar cualquier infección en la zona que pueda influenciar su salud y sus relaciones.

Por todo esto, debemos tener claro que no es buena ni la limpieza excesiva ni tampoco la escasa. La excesiva puede provocar sequedad y causar dolor a la penetración además de dañar la flora vaginal, esencial para la protección de los órganos sexuales femeninos. La escasa, más común en varones, viene acompañada de infecciones y ardores, entre otros.

En cuanto a cuidados generales, tendremos en cuenta que dicha higiene conviene realizarla diariamente. Con una vez al día basta, exceptuando días de calor, en los que con dos veces sería más que suficiente.

Otra cuestión importante es que los genitales deberán ser aseados de delante cara atrás, para no llenarlos de gérmenes procedentes de la zona del ano. Además, de dentro hacia fuera, para alejar la suciedad lo más posible, asegurándose a su vez de que la zona quede bien seca. Este punto es fundamental también a la hora de ir al baño.

También, lo ideal sería emplear agua sola o como mucho acompañada de un jabón suave recomendado por algún especialista. Este jabón, se aplicará siempre en las zonas exteriores de las partes íntimas, pues de lo contrario, lo más probable es que suframos una infección.

Los pantalones ajustados, para disgusto de algunos, es aconsejable evitarlos, pues cuanto más aprietan más humedecen y calientan la zona, algo que no es nada beneficioso. Lo mismo ocurre con los protectores de ropa interior, que solo protegen la ropa y no los genitales, como la mayoría pensamos.

Tras haber tenido relaciones sexuales, es conveniente orinar para expulsar los gérmenes y sobre todo asearse bien. Por lo contrario en periodos de menstruación, expertos aseguran que no es necesario asearse más de lo normal; tan solo conviene prestar atención a elementos como tampones y compresas para cambiarlos a menudo. En lo que se refiere a los tampones, no se recomienda en absoluto dormir con ellos.

Y por último… ¿Qué hay de la depilación íntima? Muchos alertan de su abuso, dicen que si lo tenemos es por algo, sobre todo en el casos de las mujeres, que es esencial para proteger el clítoris y la uretra. ¿Tú qué opinas?



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