Es importante que ofrezcamos a nuestro bebe una buena
higiene diaria y que el niño vaya adquiriendo buenos hábitos ya que esto tiene
como objetivo proteger el cuerpo de agentes infecciosos o tóxicos.
Hay que tener en cuenta varias cosas, si a nosotros nos
gusta la sensación de bienestar, de estar limpios, a un bebé le reconforta el
doble y aparte desarrolla en él el sentimiento de seguridad.
Para que todo esto ocurra, es necesario que los adultos que
están al cargo del menor aprendan estas destrezas, para enseñarle poco a poco
al pequeño la adquisición de hábitos de higiene.
El baño se debe considerar una norma de obligado
cumplimiento diario. Como hemos dicho antes, es fundamental que el bebé se
sienta limpio y cómodo, porque una higiene adecuada es la mejor garantía contra
infecciones o irritaciones de la piel.
El pH cutáneo al nacer es neutro y se va haciendo ácido
progresivamente, además existe una insuficiencia en la secreción de grasas y
sudor por lo hay un déficit en la película protectora de la piel.
Para que la actividad del baño forme parte de la rutina, se
debe efectuar cada día a la misma hora y si el bebé es inquieto, es mejor
hacerlo por la noche, porque el agua tibia le ayudará a relajarse y a dormir
mejor.
Antes de iniciar el baño, es recomendable caldear la
habitación a una temperatura adecuada, después hay que prepararse todo lo
necesario: bañera, jabón especial suave, esponja natural (utilización exclusiva
del niño), champú infantil, crema o aceite corporal y toalla y el agua
templada.
El bebé siempre se debe lavar de arriba abajo, echándole
agua por la cabeza, y por todo el cuerpo, utilizando la mano o la esponja. El
cabello se debe lavar durante el mismo proceso del baño, también diariamente
hasta los dos años, utilizando un champú infantil y sin meterle la cabeza
dentro del agua.
El baño no se debe prolongar más de 3 o 4 minutos y al
terminar hay que arroparlo enseguida con una toalla de algodón. Es fundamental
cubrirle la cabeza, porque los bebés pierden por ahí la mayor parte de su calor
corporal. También hay que secarlo bien por los pliegues para prevenir
escoceduras y hongos. No se le debe frotar, hay que darle ligeros golpecitos
con la toalla por todo el cuerpo. Una vez bien secado se le debe masajear con
una crema hidratante y para finalizar hay que vestirlo.
Una vez secado y vestido, el bebé se ha de peinar. El
cepillado es imprescindible para mantener su pelo limpio y evitar que les salga
la costra láctea o granitos en el cuero cabelludo. El cepillado debe tener
cerdas muy suaves y hay que pasarlo con suavidad y humedecido para no hacerles
daño. Es recomendable evitar ponerles colonias durante las primeras semanas.
Hay que tener en cuenta que durante los primeros meses, es
necesario cambiarle a menudo al bebé el pañal, a medida que vaya creciendo el
niño disminuirá la necesidad del cambio del pañal, pero siempre es necesario
que observemos.
También es importante un buen higiene bucal mediante una
limpieza diaria, a los bebés es conveniente pasarles una gasita después de
comer y antes de acostarle. El cepillado se recomiendo a partir de los 18
meses. Es importante cepillarlos antes de dormir.
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