Hasta hace poco tiempo, las videoconsolas estaban diseñadas para jugar sentado en el sofá o delante del ordenador, con un mando, un joystick o un teclado. Ofrecían toda clase de juegos, desde carreras de coches, a agentes secreto en misiones por todo el mundo, pasando por mundos mágicos y plataformas de habilidad y puzzles.
Hoy eso no ha cambiado, se ha mejorado en los gráficos y en la interacción del jugador con la consola, pero hay algo que sí ha cambiado, y ha provocado un cambio de imagen al mundo de los videojuegos
Es ni más ni menos que la videoconsola de Nintendo, la Wii. Todo lo mencionado anteriormente se le aplica a este dispositivo, sin embargo, tiene una característica que las otras no poseen, y es la posibilidad de conectaarle un mando, que mediante una señal de bluetooth, detecta los movimientos del mando y los refleja dentro del videojuego.
Gracias a esta tecnología de captación y aplicación del movimiento, se han desarrollado juegos en los cuales la actividad física es la clave, como puede ser la simulación de un combate real de boxeo, un partido de tenis, una partida de bolos, etc.
Esta tecnología fue diseñada para el disfrute de los más pequeños, para que se introduzcan en el mundo de los videojuegos de una manera dinámica y alejada del sedentarismo que suponía pasarse horas sentado mirando a la pantalla.
Sin embargo se ha encontrado una aplicación para este sistema en un nuevo colectivo, que hasta la fecha de su aparición era prácticamente ajena al mundo de los videojuegos. Este colectivo es el de la tercera edad.
Existen ya varias residencias de ancianos que han implementado esta videoconsola como un elemento de sus terapias físicas y cognitivas, pues su uso es muy sencillo y reconoce toda clase de movimientos, desde amplios a pequeños, con lo cual prácticamente todo el mundo puede tener acceso a esta tecnología.
Se están desarrollando nuevos programas para aplicar a esta consola, como son las clases de yog o fitness en general, donde varios sensores detectan tu postura corporal y te ayudan a corregirla o mejorarlo.
Se acabaron aquellas ideas de los jugadores de videojuegos que no se movía de delante de la pantalla, con capacidad física reducida y con tendencia al sobrepeso.
Seguirán delante de la pantalla sí, pero ya nadie puede decirles que no hacen ejercicio o que se pasan el día sentados delante de la pantalla.
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