Empezaremos explicando un poco la enfermedad de Parkinson para después adentrarnos en las técnicas terapéuticas adecuadas para tratar a personas con esta enfermedad.
La enfermedad de Parkinson consiste en un desorden crónico y degenerativo de una de las partes del cerebro que controla el sistema motor.
Esta enfermedad se manifiesta con una pérdida de la capacidad de coordinar los movimientos.
Se produce cuando las células nerviosas de la sustancia negra del mesencéfalo, área cerebral que controla el movimiento, mueren o sufren algún deterioro.
Presenta varias características particulares: temblor de reposo, lentitud en la iniciación de movimientos y rigidez muscular.
Podemos decir que está enfermedad a parte de afectar a nivel neuronal afecta al sistema muscular, respiratorio, fonatorio, psicológico, etc.
Dado que esta enfermedad abarca tantas áreas de nuestro cuerpo podemos decir que existen múltiples técnicas y tratamientos adecuados para cada área que se encuentra afectada.
Para esta enfermedad deben combinarse tratamientos farmacológicos, técnicas neurológicas, y una serie de distintas técnicas terapéuticas que son el tema del que vamos a hablar en esta entrada.
Masaje terapéutico: Esta técnica tiene como objetivo actuar para el alivio de dolores, relajación muscular, tonificación muscular, mejora vascular general, entre otras cosas.
Fisioterapia: En esta enfermedad la fisioterapia es muy útil para mejorar la calidad de vida de las personas.
Con esta técnica se ayuda a las personas a mejorar la movilidad, favorecer las actividades de la vida cotidiana ganando autonomía, integración en la comunidad.
Con esta técnica se desarrollan ejercicios físicos que tienen como fin la mejora de las capacidades motoras.
Logopedia: Según esta enfermedad va evolucionando va afectando a los músculos encargados de controlar la fonación, las articulaciones, la prosodia, etc.
Cuando nos diagnostican esta enfermedad debemos empezar ya con terapia para prevenir cuanto antes la afección de estos músculos.
Con esto reforzaremos nuestras habilidades y conseguiremos conservarlas más tiempo.
Incluso conseguimos mejorar lo que ya hemos perdido a causa del comienzo de la enfermedad.
Musicoterapia: Consiste en la realización de actividades que incluyen la música y el ritmo, ya que la música es muy beneficiosa para las necesidades físicas, emocionales, sociales y cognitivas.
Con este tratamiento intentamos que las personas afectadas sean capaces de reconocer estímulos musicales y que controlen sus propios movimientos.
Yoga: Este deporte es una terapia alternativa para las personas que sufren esta enfermedad.
Tiene gran importancia porque ayuda a tener una respiración mejor y más eficaz, memejoran el control muscular y mejora el equilibro entre otros muchos beneficios.
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