jueves, 12 de noviembre de 2015

TERAPIA DE VENENO DE ABEJA

la terapia de veneno de abeja es parte de la apiterapia, que utiliza el veneno de abeja en el tratamiento de condiciones de salud. La apiterapia es el uso de productos de la colmena, como la miel, polen, propóleos, jalea real y veneno de abeja. Se ha utilizado desde tiempos antiguos para tratar la artritis, el reumatismo, el dolor de espalda, enfermedades de la piel y en esta era moderna como una terapia alternativa para el tratamiento de la esclerosis múltiple, la enfermedad de Lyme y el síndrome de fatiga crónica. El veneno de abeja viene de los aguijones de las abejas, que lo utilizan en defensa de la colonia.

Veneno de abeja






El veneno de abeja es una rica fuente de enzimas, péptidos y aminas biógenas. Existen por lo menos 18 componentes activos en el veneno que tienen algunas propiedades farmacéuticas. El mecanismo de efecto del veneno no se conoce por completo todavía, pero los científicos creen que puede modificar la forma en que funciona el sistema inmunológico del cuerpo, y contribuir al aumento de la producción de cortisol.

Tradicionalmente, el veneno de abeja se administró con abejas vivas, mediante la estimulación a picar en el área afectada, puntos gatillo o puntos de acupuntura. Dependiendo de la naturaleza de la enfermedad, el veneno estandarizado se puede utilizar en forma de crema, linimento, ungüento o inyección. El veneno de abeja es más eficaz cuando se trata directamente de la abeja viva, durante finales de la primavera o a principios del otoño, cuando las abejas tienen una buena fuente de polen para producir veneno potente. Su veneno durante el invierno es menos potente. Junto al efecto de una abeja viva, la solución inyectable se considera un método estándar para administrar veneno de abeja.

La solución se prepara a partir de veneno de abeja puro  y es una preparación homeopática. Se administra por vía intradérmica, sólo entre las capas de la piel o por vía subcutánea debajo de la piel para imitar el efecto de una picadura de abeja. Cada inyección es equivalente a, o menor que el veneno de contenido medio de una abeja de la miel. El veneno de abeja se usa tópicamente en cremas, linimentos y pomadas. La aplicación de la solución de veneno con electroforesis o ultrasonoforesis se practica en Europa y China.

La terapia de veneno de abeja es practicada por profesionales de la salud y apiterapeutas laicos. En general, el tratamiento se inicia con la determinación de si el paciente es alérgico al veneno, mediante la administración de una pequeña cantidad de veneno por vía intradérmica. Si no se desarrolla ninguna reacción alérgica dentro de un cierto tiempo, la terapia se continúa con la administración de una a dos picaduras de abeja, o inyecciones. La terapia se lleva a cabo un día sí y otro no (tres veces a la semana) mediante el incremento gradual del número de picaduras de abeja o inyecciones. La duración de la terapia es determinada por la naturaleza y la gravedad de la condición.


Existe un malestar asociado con la administración del veneno de abeja; incluyendo dolor, picazón, hinchazón, inflamación, y enrojecimiento. Los síntomas como el enrojecimiento, hinchazón y picazón son efectos deseados del tratamiento, que muestra la respuesta del paciente al veneno, cuanto más grave sea la reacción, más rápida será la recuperación. Las reacciones anafilácticas que pueden amenazar la vida también se registraron en el veneno de abeja, pero son raras.

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