Los ojos son un órgano esencial para el desarrollo de la vida y el cual nos permite observar lo que ocurre a nuestro alrededor, caminar sin tropezarnos, leer, ver la televisión y un largo etcétera.
Debemos por lo tanto cuidar nuestros ojos de las agresiones externas, pues la mayoría de lesiones tienen un mal pronóstico y son de difícil curación o irreversibles.
La primera de las medidas es el uso de las gafas de sol, evita la exposición directa a los rayos de sol y disminuye el impacto que tienen los rayos ultravioleta sobre ellos.
Aunque no lo creas, el tabaco también tiene afectación sobre nuestros ojos, debido principalmente a la irritación que produce sobre ellos el humo exhalado. La complicación más frecuente en la visión debido al tabaco es la degeneración macular.
Ve a un especialista de forma periódica, te ayudará a comprobar que todo está bien y a corregir aquellos defectos de visión que puedan haberse producido. A medida que pasan los años, la visión se va modificando y es en edades avanzadas cuando aparecen la mayoría de los problemas, como cataratas, vista cansada, presbicia, etc.
Debido a los avances tecnológicos, pasamos mucho rato mirando a las pantallas del ordenador, del teléfono, tablets o televisión. En muchas ocasiones es imposible evitar este uso prolongado debido al trabajo, pero recuerda que debes descansar la vista frecuentemente, cada 20 o 30 minutos haz una breve pausa para descansar, mira a un punto lejano o cierra los ojos unos segundos. Si vas a leer intenta hacerlo en condiciones de buena luminosidad, a poder ser con luz natural y evitando los textos con letra demasiado pequeña.
Si necesitas gafas, utilízalas siempre que las necesites, y mantén los cristales limpios y en buen estado.
Otra recomendación es la de descansar bien. Cuando dormimos nuestro cuerpo se recupera de los esfuerzos del día, y los ojos también se benefician de este descanso. Trata de dormir un mínimo de 7 horas y tus ojos te lo agradecerán.
No está de más tampoco recordar la importancia de la protección ocular durante determinadas actividades como pueden ser la natación, la soldadura, entornos con polvo excesivo o peligro de agresión por sustancias líquidas o de partículas.
Tus ojos te guían, protégelos
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