miércoles, 4 de noviembre de 2015

ZAPATOS ORTOPÉDICOS, ¿SI O NO?

Hace años se recomendaba mucho la utilización de zapatos ortopédicos en niños para solucionar alteraciones traumatológicas, pero hoy en día se ha demostrado que puede producir alteraciones y dolor ya que las botas son pesadas y rígidas, algo que un calzado infantil no debería tener.
Vamos a ver en que casos si se recomiendan la utilización de estos zapatos hoy en día y que características debe de poseer para los niños los calzados.

Hoy en día, la utilización del calzado ortopédico se encuentra restringido a muy pocas alteraciones como: Genu Valgum severo o pie doloroso (las pocas posibilidades de corrección con las botas ortopédicas son antes de los cinco años).

zapatos ortopédicos



 El calzado que el niño debe usar debe ser lo más confortable, flexible, de paredes delgadas, amplio, de buena apariencia y de material poco reactivo con la piel del pie, de manera que la marcha del niño sea un placer y no una tortura. El uso de zapatos ortopédicos queda totalmente descartado como un método para corregir deformidades torsionales tanto de la tibia como del fémur. Asimismo, los dolores propios del crecimiento no mejoran con el uso del calzado de este tipo, más bien podrían exacerbar los mismos.

Muchos especialistas comparten la opinión de que los niños deberían andar descalzos la mayor parte del tiempo, pues esto contribuye a un correcto desarrollo de la musculatura del pie. Se ha concluido que los niños con los pies más sanos eran aquellos que habitualmente andaban descalzos. Sus pies se desarrollaban con mayor fuerza, flexibilidad y movilidad, al mismo tiempo que presentan menos deformidades.

Debemos tener precaución si el niño desgasta de forma anormal la suelo o tiene dolor en los pies, si esto ocurre deberías consultar con un ortopedista pediátrico.

Los zapatos perfectos para los niños deberían tener una longitud aproximadamente un centímetro mayor que el pie. La forma del zapato debe ser cuadrangular y debe ser flexible para permitir el movimiento libre del pie de tal manera que se puede flexionar la suela con las manos.

Se recomienda que el dibujo de la suela sea multidireccional para evitar que resbale y no debe tener tacón o ser mínimo. Tampoco debe llevar plantilla correctora, ya que, para el pie sano es molesto. No os olvidéis de que la parte posterior debe sujetar el pie justo por encima del talón, pero no más arriba ya que debe permitir el movimiento libre del tobillo (por eso tampoco se recomienda el uso de botas). No se recomienda chanclas ni zuecos porque el niño debe hacer un trabajo extra de agarre con los dedos para no perder el calzado al caminar.

Tener en cuenta que los niños están en una etapa de crecimiento y desarrollo y es muy importante que tengan un calzado adecuado para un buen desarrollo y unos pies sanos.

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