La stevia es un arbusto de unos 80 centímetros de alto y hoja perenne que crece en Sudamérica, concretamente entre Paraguay y Brasil. Lo curioso de él, es que es cien veces más dulce que el propio azúcar, pero más sorprendente todavía es que no provoca el aumento de los niveles sanguíneos de insulina.
Las hojas son las zonas más dulces de la planta, por tanto, es ahí donde residen las propiedades terapéuticas de la misma. Sus semillas son muy ligeras, por tanto, suelen ser diseminadas por el viento, lo que hace que su capacidad de germinación sea escasa. En concreto en España, suelen darse en el mes de octubre.